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viernes, 28 de marzo de 2014

Desde ECUADOR, Baños. Ríos y personas para no olvidar.



Baños. Ríos y personas para no olvidar. Ibaiak eta lagunak ez ahazteko.
Después de una semana de relax turístico admirando la maravillosa ciudad colonial de Cuenca, visitando las ruinas incas de Ingapirca, no tan espectaculares como las peruanas pero muy interesantes, y descender a la Nariz del Diablo en un tren cremallera turístico en el pueblo de Alausí, despedimos a Igor y retornamos a la termal ciudad de Baños.
Baños de Agua Santa esta situada en las faldas del volcán Tungurahua y gracias a su clima, no excesivamente caluroso ni frío en estas fechas, sus paisajes y sus aguas termales, de ahí su nombre, hacen que sea una zona muy turística de Ecuador, incluso para los propios ecuatorianosn que vienen desde Lima a disfrutar de las bondades de los baños sulfurosos.
El volcán nos recibe enfadado, expulsando nubes de humo y cenizas, semejante a la seta de una bomba atómica, y haciendo temblar la tierra con estruendosos estornudos que nos ponen alerta ante tan majestuoso espectáculo. La situación es de lo más inquietante. ¿Qué hacer? ¿Salir corriendo o quedarte parado absorto por tan inusual expresión de rabia?

  Nube de humo y cenizas del Tungurahua desde Baños
En ese momento de duda y tensión fueron los propios baneños quienes nos tranquilizaron y nos aconsejaron sobre las medidas que debíamos tomar para evitar la ceniza que llegaría por la mañana, cuando se posase toda la nube. Pero tuvimos suerte y el viento norte reinante esos días se llevó la nube hacia Cuenca, que sufrieron sus consecuencias con, incluso, el cierre de su aeropuerto. Esker aunitz! ¡Gracias!
En Baños se encuentra el río más comercial y grande de la zona, el Pastaza, pero no lo bajamos porque todos nuestros amigos ecuatorianos nos aconsejaron no remarlo por lo contaminado que está. ¡Pero no nos íbamos a quedar sin remar! Así que decidimos remar el río que más famoso de la zona y del que ya teníamos magníficas referencias, el Topo. Según la guía un clase IV-V y de 6 a 8 horas de descenso.
La fortaleza del equipo, el punto adquirido en esas dos semanas intensivas y un poco de soberbia que todo ello nos confería, nos empujaron al pudo haber sido el mayor error del viaje y que, probablemente, fue el mejor río de nuestras vidas.
Debido a las medias que habíamos sacado en el resto de los ríos descendidos y la cantidad de agua que llevaba el río, mucho más que cuando hicieron la guía y algo que nos ha pasado en todos los ríos que hemos remado, supusimos que, a lo sumo, serían 4 ó 5 horas de descenso. Primer error. Si se decide bajarlo sin la ayuda de un guía local, habrá que contar con que estaréis más de 7 horas parando, inspeccionando, asegurando y remando rápidos consecutivos o separados 100 metros como mucho.
El día era magnífico y encontramos fácil el embarque con la ayuda de un taxista local que, parece ser, había trabajado en una mina de los alrededores. Pero ya era tarde, 1 del mediodía, para la tamaña empresa que nos esperaba. Segundo error.
Nada más meternos en el agua y sin habernos quitado la caraja, comienzan las hostilidades. Curva a la derecha a vista, obras de la presa que va a destrozar este increíble río y curva a izquierdas ciega. Primera parada a revisar un rápido. Lo sorteamos los tres sin problemas, pero nos muestra lo que va a ser todo el río.
A partir de ahí los tramos que conseguimos hacer a vista son mínimos y casi todos los pasos, que se amontonan unos encima de otros, nos obligan a bajarnos y a mirarlos, ya sea uno que marque la línea ya seamos los tres por la dificultad del paso.

 Dani en uno de los primeros pasos del Topo
 Iñaki en el mismo paso del Topo. Distinta perspectiva, distinta línea.
Tras encadenar varios pasos de no menos de clase IV+ de dificultad y justo debajo de unos de estos, llegamos a un desplome lleno de enormes piedras movidas que, a nuestro entender, es un paso de clase V+ - VI. Porteamos por la izquierda y nos montamos para hacer 100 metros que nos llevan a otro vertiginoso desplome. El paso no es menos de clase V, largo y lleno “trampas”, lo que hace que decidamos portear de nuevo, esta vez por la derecha. Aquí llevábamos 2 horas de río.
Finalizando el porteo aparecen por el río unos piragüistas que, por su velocidad, más podríamos decir que iban en lanchas motoras. Son los yankis, que ya hemos visto en nuestros anteriores destinos y también en Baños, que no hablan mucho. Pero entre ellos también se encontraba Lucho Granizo, un piragüista local, de Río Negro, y que se acerca a platicar con nosotros. Aquí nos advierte de que apenas hemos llegado al primer cuarto de río y que este tramo lo hacen ellos en… media hora!!!
El nerviosismo aumenta entre nosotros a pesar de que Lucho nos ha advertido que a mitad de camino existe una posible salida en las obras de la central, aunque la caminata es larga. También nos ofrece seguirles, pero tememos que el ritmo tan alto que llevan y que seguimos en el siguiente rápido nos meta en un lío más gordo. Así que agradecemos y decidimos ir a nuestro paso. Pero tras este paso a rueda, debemos pararnos a mirar el siguiente, que también se las trae.
Al terminar el paso y tras una piedra, cuan duende de las aguas, nos encontramos a Lucho, que ha decidido abandonar la compañía gringa y quedarse a ayudarnos en el descenso. Gracias Lucho, nunca te lo agradeceremos lo suficiente.

 Lucho en uno de los innumerables pasos del Topo
A su rueda y con sus magníficas indicaciones vamos encadenando pasos y más pasos. Tantos que nos es difícil recordar dos seguidos. Unos con saltos continuos sobre piedras, otros con rebufos cruzados, otros técnicos con maniobras obligadas, otros con sifones, otros que mezclan todo esto… es decir, cualquier paso que podáis imaginar se encuentra en el Topo.
A todo esto hay que añadir dos hitos significativos. El primero, a mitad de río más o menos, es un talud artificial de las obras de la central que forma un estrechamiento y que se recomienda portear. Aquí se encuentra la única escapatoria del río hasta el final. Y el segundo es un paso de clase VI a escasos 15 minutos del final del río, que se portea por la izquierda.
Y justo debajo del puente de la carretera E30 entre Baños y Puyo y a 5 minutos del pueblo de Lucho, Rio Negro, desembarcamos entre abrazos y alguna lagrimica de emoción, en el que probablemente haya sido el río más difícil de nuestra vida, que alguno ya la tiene bien larga, y que sin la ayuda de Lucho no hubiésemos podido terminar ni disfrutar como lo hemos hecho. Lucho, de nuevo, muchas gracias, esker aunitz!!!
Resumiendo, el Topo es, sin duda, el río más duro que remamos en Ecuador, así que nuestra recomendación es que si vais a Baños y queréis descenderlo, busquéis a Lucho, Andrés o cualquier otro guía local, para que os marquen la línea, a nuestro entender, imprescindible en un primer descenso de este río. El río son 15 km de V grado continuo y rápido y en el que es necesario tener dominio del chiclé o boof, como queráis llamarlo. En cuanto al caudal, en la orilla derecha, nada más embarcar, hay una regla en unas piedras grandes. El caudal bueno es a partir de 6 y 8 ya es fuerte, aunque se puede bajar con bastante menos.
La pena de todo esto es que el desarrollo energético del país que, supuestamente, beneficiará a sus habitantes, se va a tragar este increíble río. Una central hidroeléctrica va a ser instalada en todo el tramo que se rema, colocando la presa justo en el embarque y la central a mitad de río. Esperemos que tal barbaridad ecológica y piragüística al menos sirva para mejorar la vida de esa maravillosa gente.
A los dos días y con el recuerdo del Topo todavía muy vivo en nuestras retinas, el Chuchaquis Team, Lucho y su amigo y discípulo Edwin Caza, nos llevó a la parte alta del río Verde Chico. Este río es un clase IV con dos pasos de IV+ y un salto de 4 m que cae sobre piedra y que lo hace infranqueable. Si no se conoce el río es recomendable bajarlo con un nivel medio ya que, con mucha agua, podemos "comernos" el salto que está en medio de una zona muy continua, con pocos stops claros y pequeños. Es un río pequeño, con mucho desnivel, creek total, y con un paisaje precioso. Durante el descenso pudimos notar en las piedras los restos de la ceniza posada de la erupción del Tungurahua y que las hace muy resbaladizas.
Para llegar al embarque hay que salir de Baños dirección Puyo, en Ulba tomar un desvío a la izquierda y cruzar el puente sobre el Pastaza, momento en el que se puede aprovechar a echar un ojo al rápido que se ve debajo y que todavía está por abrir. ¡Impresionante! A partir de ahí se remonta el valle hasta el primer puente, este es el desembarque, y se sigue hasta el segundo puente que nos vamos a encontrar, donde está situado el embarque.
Para finalizar nuestros descensos en este paraíso de las aguas bravas llamado Ecuador, el equipo, mermado por una baja tobillil, se desplaza, con Lucho y con Edwin, al Zuñag. Este río discurre paralelo al Topo y acaba en el puente de la carretera general. Desde el puente se remonta el río durante 15 minutos por la pista que discurre paralela al río para llegar al embarque en el momento en el que la pista termina.

 Lucho enseñándonos como se hace un chiclé en una piedra del Zuñag
 Dani practicando el chiclé en el Zuñag
Como nos indican Lucho y Edwin es un río escuela perfecto para practicar nuestro chiclé (actual y moderno boof). Además es un río de IV grado corto, con un porteo hacia el final, por lo que se puede repetir varias veces. Al final del río, ya con el puente a la vista hay una doble grada que forma un paso precioso que repetiremos tantas veces como queramos.

 Edwin en el Zuñag
 Alex y Dani en la doble grada
Dani aprovechando las piedras en la primera grada
Edwin y Lucho, el Chuchaquis Team. Qué grandes!!!
Y para terminar nos gustaría mostrar nuestro más sincero agradecimiento a esas gentes que no nos trataron como los invasores y expoliadores que fuimos y somos y que tanto desprecio les mostramos cuando ellos vienen a nuestra tierra. Y muy particularmente a todos aquellos que nos hayan ayudado y soportado durnate este viaje: Rodrigo, Diego, Brayan, Byron, Andrés, Edwin y, especialmente a Lucho! Que les vaya bonito!!!
ESKER AUNITZ ECUADOR