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martes, 7 de agosto de 2012

EL CARTERO DE PERÚ


PERU 2012. RÍO APURIMAC
Hace ya un tiempo, una noche de Brousset rodeados de botellas de vino, se nos metió en la cabeza hacer un viaje hasta la segunda cordillera más alta de la tierra, los Andes, concretamente al Perú, como dicen por aquí.
El 22 de julio salimos de Madrid y aterrizamos en Lima con el objetivo de descender dos de los mayores cañones del mundo, Colca y Cotahuasi. Pero este no es el único objetivo del viaje. Además de remar los ríos que podamos en un país plagado de ellos, queremos conocer las maravillas del Imperio Inca como Cusco, Machu Pichu, el Valle Sagrado y todo lo que hayáis visto en los folletos de viajes, sus maravillas naturales como el Lago Titicaca y sus gentes y costumbres.
En Lima, por problemas para enviar los kayaks a Cusco por avión, el porte es carísimo, tuvimos que hacer una noche para, al día siguiente, enviarlas por cargo en autobús, concretamente en la compañía Cruz del Sur. Esto nos sirvió para conocer Lima, que dicho sea de paso, no tiene mucho interés.
 Plaza de Armas de Cusco

Andenes de Písac
Después de llegar a Cusco en un vuelo barato de la compañía Peruvian, contactamos con Leo Gonzales, de Kayakta-Perú, que nos invitó a enrolarnos en un viaje para tres días, al día siguiente!!!, al río Apurimac.
El río Apurimac es un clase IV-V con unos 200 kilómetros navegables muy comprometidos, ya que los únicos accesos son los 5 puentes que lo cruzan. El equipo formado por los peruanos Leo, Juanito, Santiago y Diego Ibáñez y el chileno Simón, querían hacer un descenso integral desde Tinko hasta el Abismo de Acobamba. De esta forma se correrían las secciones de Tinko-Nayhua (clase V), Cañón Negro (clase IV), Cañón Blanco o tramo comercial (Clase IV-V) y Abismo de Acobamba (Clase V+) en unos 7 días.
Nosotros, junto al peruano Joaquín Randal y la chilena Canela, entraríamos en Nayhua para remar los cañones Negro y Blanco, unos 120 km de río que nos costarían 3 días.

 El trío en Tambomachay
El paisaje que nos encontramos fue espectacular, impresionante… Sinceramente, no encontramos palabras para describirlo. Además tiene numerosas playas donde acampar y es fácil encontrar agua limpia de los afluentes. Solo hay una pega. Un enjambre de mosquitos invisibles hace obligatorio vestir con ropa larga y llevar repelente.
El Cañón Negro es un cañón profundísimo (te encuentras rodeado por montes de más de 3500 m cuando el río discurre sobre 2500 m) de basalto, con rápidos de clase IV continuo y con un rápido destacado de clase IV+. A partir de aquí y hasta el Blanco, hay una remada muy larga de clase II siguiendo con el mismo paisaje.

 Campamento en el Cañón Negro
El Cañón Blanco de granito, de similares o mayores dimensiones que el Negro que comienza en el Puente de Wallpachaka (2107 m) y termina en el Puente de Q´unyaq (1650 m). Este tramo de 45 km, es muy continuo y comprometido aunque todos los pasos son porteables.

 Leo con un amigo en el segundo campamento
Para empezar el descenso, el tercer día de la expedición, nos encontramos con el Chute (clase IV) para inmediatamente después parar en la orilla derecha a estudiar el famoso Portage (V). Es un paso largo, con mucho desnivel, que tras la entrada por la derecha, te obliga a mantener la línea izquierda hasta superar el segundo rebufo, de dimensiones…. En este momento debe cambiarse la dirección para intentar llegar a la línea derecha que evita el tercer rebufo, de dimensiones…que degustamos todos los navarros. Un cambio de desnivel da paso a la salida, una potente grada de 2 m que, obligatoriamente, debe hacerse por el centro entre dos piedras, ya que los laterales son 2 sifones.
Seguido de este están el Space Odissey (IV+) un paso plagado de sifones donde no se puede fallar, el Purgatorio (IV+) un estrecho paso, menos de 4 m, con una marmita y chiclé obligado para la salida y muchos más como el Cola de Dragón, el Trinche, La mesa… todos clase IV.

  Tras el Space Odissey

 Comienzo al final del Cañón Blanco
Terminando el río (1750 m), se llega al Dolor de Muelas (clase V+), un caos de rocas con innumerables trampas (sifones y rebufos) que se portea bien por la derecha.

  Joaquín en el final del Dolor de Muelas
Para acabar tenemos Babalúa (V por la izquierda, IV+ por la derecha), un tren de olas muy potente por la derecha que varios de nosotros degustamos boca abajo y el Utima Sonrisa (clase IV+) un estrechamiento muy acusado que describe dos gradas muy pronunciadas que obligan a lucirnos con nuestro chiclé.
 Alex y Leo en el Cañón Blanco
Y esto solo ha sido el comienzo del viaje!!!
Aitor López, Alex Ruiz y Dani Arana desde la Capital del imperio Inca.

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